Recientemente, el Fondo Monetario Internacional (FMI) publicó un informe titulado «El camino hacia el crecimiento: Tres prioridades para la acción». En este informe presenta presenta una visión preocupante de la economía global.
A pesar de una fuerte recuperación en 2021, la guerra de Rusia en Ucrania y sus amplias consecuencias redujeron el crecimiento mundial en casi la mitad en 2022, y la desaceleración ha continuado en 2023. Aunque algunas economías emergentes de Asia son un punto brillante, los Estados Unidos y la Eurozona están experimentando una desaceleración económica debido a las altas tasas de interés. Además, el crecimiento del ingreso per cápita de los países de bajos ingresos se mantendrá por debajo del de las economías emergentes, lo que hace que sea aún más difícil para estos países alcanzar a los demás.
En este contexto, la directora del FMI, Kristalina Georgieva, establece tres prioridades para la acción: luchar contra la inflación y salvaguardar la estabilidad financiera; fortalecer la capacidad de los países para enfrentar futuras crisis; y abordar la desigualdad y la exclusión. Es necesario que los bancos centrales continúen utilizando las políticas monetarias y financieras para prevenir la desestabilización financiera, mientras que los esfuerzos fiscales se centren en la reducción de los déficits presupuestarios y la creación de espacios fiscales para lidiar con futuras crisis. Además, es crucial abordar la desigualdad y la exclusión para lograr un crecimiento inclusivo y sostenible a largo plazo. La economía global enfrenta un camino difícil por delante, pero si se toman estas tres prioridades de acción, es posible construir una recuperación sólida y sentar las bases para un crecimiento más fuerte y sostenible.