Share |
La economía de Panamá creció solo 0.4% en el primer trimestre de 2020. Este crecimiento tan bajo ocurrió antes de que se implementaran las medidas de cuarentena por el Covid-19, lo cual demuestra que el país ya se dirigía hacia una recesión económica, luego de haber estado mostrando una continua desaceleración desde hace varios años.
El crecimiento negativo en el primer trimestre fue evitado por las actividades de transporte y logística que sirven al comercio internacional (Canal de Panamá, puertos de trasbordo de contenedores y hub aéreo) que crecieron 4.4%; las exportaciones de banano, que hicieron que la agricultura creciera en 6%: y las exportaciones de cobre hacia China, que hicieron que el sector de minas y canteras creciera en 103.8%.
La construcción se contrajo en -6.9%, debido a la sobreoferta de viviendas con valores por encima de 180 mil dólares, así como de locales comerciales, oficinas y la poca construcción de proyectos de inversión pública.
La pérdida de dinamismo del sector construcción también ha afectado la producción de cemento y concreto premezclado, impactando el resultado de las industrias manufactureras, las cuales se contrajeron en -3.9%.
La actividad de hoteles y restaurantes cayó en -5.2%, luego de haber estado igualmente contrayéndose desde el año pasado, también debido a una sobreoferta del número de habitaciones que viene reduciendo las utilidades netas desde hace varios años, en conjunto con un muy lento crecimiento del número de turistas que ingresan al país.
Las actividades de casinos y otros juegos de azar sufrieron una contracción de -10.1%, debido tanto a la contracción del turismo, así como a la pérdida de dinamismo de la demanda doméstica.
Los servicios de intermediación financiera sufrieron una contracción de -1.4% en el primer trimestre de 2020, luego de que el crecimiento de los saldos de los créditos venía desacelerando desde hace varios años y el crecimiento de las utilidades era más lento.
El comercio al por mayor y por menor decreció en -2.9%, notoriamente impactado en por la actividad de la Zona Libre de Colón, la cual viene en decrecimiento desde hace varios años. También debido a una sobre oferta de locales y establecimientos comerciales y la pérdida de dinamismo del consumo privado.
Con la declaración mundial de pandemia por la Organización Mundial de la Salud (OMS) y el aumento de casos de Covid-19, el gobierno de Panamá estableció estrictas medidas de cuarentena en la cuarta semana de marzo de 2020.
Durante el segundo trimestre una gran cantidad de actividades se detuvieron completamente. Las actividades mayormente impactadas por su paralización total han sido la construcción, la mina de cobre, el hub aéreo, los centros comerciales, todo comercio de ropa, calzados, línea blanca y electrodomésticos, la venta de cerveza y demás bebidas alcohólicas, hotelería, los restaurantes, los servicios legales, servicios contables, inmobiliarios, servicios de actividad empresarial.
En abril el gobierno promulgó un decreto mediante el cual, debido a la cuarentena, las empresas podrían mantener en suspensión a sus empleados. Esto es que las empresas podían enviar a sus trabajadores a sus casas sin ser despedidos, pero sin tener que pagarles los salarios. Hasta el 19 junio 250 mil empleados habían sido suspendidos, de los cuales solo 13 mil habían sido reintegrados con la apertura de unas pocas actividades económicas. Actualmente, el 27% del empleo formal no agrícola se encuentra suspendido. A estas cifras se le deben sumar 146 mil desocupados que habían antes de las medidas de cuarentena. El empleo informal en el país antes de las medidas de cuarentena era de 716 mil personas, las cuales también les fue restringida la movilidad. En conclusión, al 21 de junio la tasa de desocupación del país debe estar por encima del 35%, no obstante, dicho dato nunca será conocido debido a que la medición oficial será hecha en agosto.
En este sentido, en 2020 podría esperarse una contracción económica de hasta el 25% en el segundo trimestre y del 10% anual.
En cuanto a la evolución de la pandemia en Panamá, se observa que ésta se encuentra en plena fase de expansión de la curva de contagiados, los cuales al 20 de junio de 2020 totalizaban 25 mil casos confirmados mediante prueba y 493 fallecidos reportados oficialmente.
