Latinoamérica se contraerá en 9.4% en 2020

Transcripción de la conferencia de prensa sobre la actualización de las perspectivas económicas regionales para América Latina y el Caribe

Alejandro Werner, Director, Western Hemisphere Department

Maria Candia, Communications Officer, Communications Department

MS. CANDIA: Bienvenidos a esta conferencia de prensa del Fondo Monetario Internacional sobre la actualización de las perspectivas económicas para América Latina y el Caribe. Con nosotros se encuentra Alejandro Werner, director del Departamento del Hemisferio Occidental del FMI, Alejandro va dar una breve traducción y luego responderá a sus preguntas. Antes de comenzar, quisiera agradecerles a todos aquellos que han enviado sus preguntas por adelantado a través de nuestro e-mail, pero también les recuerdo que para aquellos que no lo hayan hecho, pueden hacerlo ahora, a través del centro de prensa. Hemos compartido con ustedes también un blog bajo embargo. Este embargo queda sin efecto a partir de ahora, así que con esto damos comienzo a la conferencia de prensa.

MRWERNER: Muy buenos días, de nuevo, gracias por estar con nosotros. Ya vieron ustedes las proyecciones económicas que tenemos para las principales economías del mundo que presentó mi colega Gita Gopinath hace unos días. Como hoy ven América Latina y el Caribe y como han visto, obviamente hemos venido siguiendo las noticias, América Latina y el Caribe es el nuevo epicentro internacional de la pandemia de Covid-19. El costo humano ha sido muy elevado, con más de 100 mil vidas perdidas. El impacto económico también ha sido muy profundo. La actualización del informe de nuestras perspectivas de la economía mundial estima que la región se contraerá en 9.4 por ciento en el año 2020, con una recuperación en 2021, y esto representa una contracción 4 puntos porcentuales más profunda de lo que habíamos estimado en abril de este año y representa la peor recesión regional desde que se tienen datos. Como dije, para 2021 se prevé una leve recuperación del crecimiento a una tasa de 3.7 por ciento. Las tasas de infección y mortalidad per cápita de la pandemia de Covid en la región se están acercando ya a las tasas registradas en Europa y Estados Unidos, con el número total de casos en América Latina y el Caribe, llegando a casi el 25 por ciento del total mundial. En este ambiente, los países deberían ser cautelosos a la hora de plantearse la reapertura de sus economías y permitir que la información epidemiológica y los conocimientos científicos vayan guiando este proceso. De hecho, numerosos países de la región tienen elevados niveles de informalidad y están poco preparados para hacer frente a nuevos brotes de la pandemia, con una elevada ocupación de unidades de cuidados intensivos y escasa capacidad de pruebas y rastreo.

Con respecto a la evolución económica reciente, los datos que se han venido publicando muestran una debilidad importante y el brote de contagios de Covid-19 ha sido más prolongado de lo que anticipábamos hace algunos meses y esto explica principalmente las revisiones a la baja que hemos hecho para los pronósticos regionales. Además de la revisión a la baja que se ha realizado de las economías avanzadas. El crecimiento en el primer trimestre fue peor de lo esperado para la mayoría de los países en nuestra proyección de abril. Los datos disponibles para marzo y abril producción industrial, consumo eléctrico, ventas minoristas y empleo indican que la caída en la actividad en el segundo trimestre será muy pronunciada. La rapidez con la que continúa propagándose la pandemia sugiere que las medidas de distanciamiento social tendrán que prolongarse, deprimiendo la actividad económica, el empleo y, obviamente, limitando la velocidad de recuperación que estimamos para el segundo semestre del año. A pesar de las perspectivas negativas, por el lado de los mercados de capitales hemos visto noticias favorables a raíz de las expansiones monetarias agresivas de los bancos centrales de los países avanzados. Se han normalizado las condiciones financieras. Varios países de América Latina han accesado a los mercados internacionales de capital. Ya hemos visto estabilidad y apreciación en los principales mercados financieros de la región. Sin embargo, las condiciones de financiamiento siguen siendo más duras de las que registraban los países al inicio del año previo al inicio de la pandemia. Y, obviamente, no hay que descartar episodios futuros de volatilidad.

¿Cuáles son las prioridades en materia de políticas económicas? La prioridad inmediata de la política fiscal debe de ser continuar protegiendo las vidas y los ingresos de las familias, lo cual, teniendo en cuenta el limitado espacio fiscal, implica obviamente apoyar los programas de apoyo a las familias, a las empresas y los presupuestos de la salud. Pero dado esta dificultad fiscal, esto exige que básicamente se busquen espacios para re-priorizar el gasto y también hacer el gasto público más eficiente. Las autoridades tendrán que encontrar también maneras creativas de llegar a diferentes segmentos de la sociedad, especialmente donde la informalidad es elevada. Las secuelas de la pandemia y las respuestas de política económica también causan inquietudes en torno a la sostenibilidad de la deuda a mediano plazo en varios países. Un compromiso claro con un plan de mediano plazo de consolidación fiscal y reformas estructurales que impulsen el crecimiento será clave para despejar estas inquietudes. La política monetaria debe seguir siendo acomodaticia dado las bajas presiones inflacionarias y en aquellos lugares donde todavía existe espacio para reducir las tasas de interés. La expectativa es que estas tasas de interés sigan reduciéndose en los próximos meses. Las medidas encaminadas a mantener las relaciones de empleo y mantener la planta productiva como apoyo a las nóminas salariales y al financiamiento del capital de trabajo serán importantes para evitar el cierre de empresas que, en ausencia de la pandemia, serían viables, reducir el desempleo a largo plazo, apoyar la recuperación y estimular el crecimiento económico.

Finalmente, nada más. Yendo a los números que ya publicamos, estamos esperando una contracción económica, como dije anteriormente para América Latina y el Caribe en 2020 de 9.4 por ciento y una recuperación de 3.7 en el 2021. Por países estamos anticipando contracciones de 9.9 por ciento en Argentina, 9.1 por ciento en Brasil, 7.5 en Chile, 7.8 por ciento en Colombia, 10.5 en México de contracción y 13.9 por ciento de contracción en el caso del Perú. Déjenme concluir nada más, mencionando lo que se ha hecho desde el Fondo Monetario Internacional en términos de financiamiento a la región. En el FMI hemos actuado rápidamente para apoyar a los países miembros y dar respuesta a las solicitudes de financiamiento que los países han hecho a través de financiamiento de emergencia. De los 70 préstamos aprobados desde el inicio de la pandemia por un total de 25,000 millones de dólares de 17, se destinaron a países de la región por un total de 5,200 millones de dólares. Además, se aprobó el acceso a la Línea de Crédito Flexible para Chile y Perú y se renovó este acceso en el caso de Colombia. Como recuerdan, este es una línea contingente. Los países no han utilizado los recursos, pero los tienen disponibles en caso que las condiciones económicas o financieras se deterioren y el acceso al financiamiento se dificulte. Junto con México, que es el otro país que cuenta con esta Línea de Crédito Flexible, el respaldo total brindado a la región a través de la línea de Crédito Flexible asciende a 107 mil millones de dólares para estos cuatro países. Esto quiere decir que estos cuatro países de la región tienen disponibles, si las circunstancias se deterioran y es necesario, digamos, por cuestiones de balanza de pagos, accesar a financiamiento oficial, este monto de 107 mil millones de dólares de financiamiento en los próximos años. Muchas gracias María. Y podemos pasar a las preguntas.

MS. CANDIA: Gracias Alejandro, pasamos algunas preguntas de enfocándonos en países. Tenemos algunas de Argentina, vamos a leerlas juntas y luego te paso a la palabra. ¿Cómo evalúan la respuesta argentina ante la pandemia? ¿Les preocupa en particular el aumento del déficit fiscal y su financiamiento con emisión monetaria en este contexto? ¿Por qué el FMI llega a ese número de caída del PBI de Argentina? ¿En base a qué han hecho ese cálculo? ¿Y si actualizaron el índice de desempleo de abril, que era de un 10,7 por ciento? El gobierno argentino dice que sólo se puede aceptar un canje de la deuda un valor presente neto promedio de 50 a una tasa de salida o exit yield del 10 por ciento para recuperar la sustentabilidad. ¿El FMI está de acuerdo con ese límite? Y una pregunta mas: una actualización en relación al artículo cuarto con Argentina.

MR. WERNER: La respuesta de Argentina ante el Covid. Obviamente, por el lado de salud pública ha habido una respuesta muy, muy rápida, muy agresiva y que ha permitido que Argentina también sea uno de los países en la región que, ha podido, digamos, tener tasas de contagios, tasas de decesos, etcétera, en el rango bajo de estos indicadores en la región. Obviamente, estas políticas de distanciamiento social, de cuarentena, etcétera, han tenido un efecto importante sobre la economía en base en los indicadores que estamos viendo para los meses de marzo y abril. También indicadores, como ya mencioné anteriormente, como pueden ser consumo de electricidad, indicadores de movilidad a través, digamos, de los datos que han hecho disponibles diferentes empresas de tecnología. Estos complementan los datos económicos duros y luego, a través de proyecciones económicas con base en las variables de la evolución de la economía internacional, los precios de las materias primas, etcétera. Junto con, digamos, las lecciones que hemos tenido de los efectos incipientes de la reapertura de las economías en donde esto ya se ha dado, digamos, en algunas economías, en Asia y en Europa se construyen los pronósticos económicos para todos los países de la región y de la misma manera se hace para el caso de Argentina. Obviamente, el caso Argentina también se ve afectado por el crecimiento económico de sus países vecinos y con estos elementos los responsables de seguir la economía argentina hacen, digamos, este pronóstico de contracción. En este momento no hemos actualizado los indicadores de empleo. Eso se hará cuando se haga la revisión más amplia de todo el marco macroeconómico para los países miembros, en el marco de la reunión anual en octubre de este año.

Sobre el tema de, qué tipo de propuesta es viable desde el punto de vista de sostenibilidad de la deuda pública, en el marco de las negociaciones que está teniendo la República Argentina con los acreedores privados, el equipo técnico básicamente publicó dos notas técnicas sobre la sostenibilidad de la deuda, en donde básicamente se presenta nuestra propuesta y en este momento no tenemos nada más que agregar a esas dos notas técnicas. Obviamente, si la expectativa y deseando que rápidamente se llegue a una solución en la reestructuración de la deuda y luego Argentina pueda avanzar a la próxima etapa de ir construyendo ya con mayor certidumbre en la parte fiscal sus políticas públicas, que le permitan regresar a una senda de crecimiento sostenido y responder, digamos, de manera –continuar, digamos, la respuesta a esta pandemia global y sus efectos económicos. Con respecto a la preocupación sobre el diseño de la respuesta de política económica a la crisis del Covid, yo diría que, dada la dificultad que enfrenta la República Argentina al no tener acceso a los mercados de capitales y por lo tanto una dificultad importante en accesar al financiamiento más allá del mercado doméstico, Argentina ha enfocado la respuesta económica a hacer transferencias y programas de apoyo focalizados a las poblaciones más afectadas. Creemos que esa es la respuesta correcta. Obviamente, dada la limitante de financiamiento, se ha recurrido al financiamiento del Banco Central, que parcialmente ha sido esterilizado. Y bueno, yo creo que dadas las restricciones y la urgencia de apoyo, esta política hace sentido y va a ser importante. Obviamente, cuando se vaya saliendo de esta fase profunda de la pandemia, que se vaya normalizando la situación para irse moviendo a un marco de sostenibilidad monetaria que permita mantener los logros y profundizar, digamos, lo que se ha venido viendo en términos de disminución de la inflación, etcétera. Entonces el reto es muy grande, pero claramente el hecho de estar en medio de una negociación de reestructurar la deuda, junto con el choque de la pandemia ha sido un reto muy importante.

Con respecto al Artículo IV, más allá de las declaraciones de las autoridades argentinas de que próximamente solicitarán un Artículo IV, un programa, básicamente estamos a la espera de esas de esas solicitudes formales. Entendemos que hoy por hoy las autoridades están concentradas en la reestructura de la deuda y una vez que ese proceso culmine, pues seguiremos en el diálogo y veremos cuáles son los pasos siguientes en términos de la relación de la República Argentina con el Fondo Monetario que las autoridades quieren tomar.

MS. CANDIA: Gracias Alejandro pasamos a México. En otoño del año pasado, el FMI consideraba que el bajo crecimiento de México tenía un importante origen en la tasa tan alta que ofrecía. Ahora, en menos de seis meses, la tasa ha sido recortada a 5 por ciento. Con estos movimientos se ha quitado uno de los frenos para el crecimiento. ¿No hay riesgo de salidas de capital con una tasa de 5 por ciento en un entorno incierto como pueden ser las elecciones de Estados Unidos? Y por otro lado, con la actual pérdida de confianza de la inversión productiva en México, porque las reglas están cambiando? ¿El T-MEC será el gran salvador de México? México será, dentro de las economías más grandes, el que más lento se recupere de esta crisis por el círculo vicioso en el que está?

MR. WERNER: La primera pregunta. Yo creo que en octubre lo que nosotros dijimos es que dadas las condiciones económicas en México y las presiones inflacionarias, creíamos que las tasas de interés eran elevadas. Obviamente, elevadas tasas de interés tienen un efecto sobre la actividad económica, pero yo ojalá nunca hayamos dicho que era un factor muy importante en el bajo crecimiento de México. Creo que nosotros hemos dicho en múltiples ocasiones que los factores que han limitado el crecimiento de México están más por el lado estructural que por el lado monetario. Sin embargo, claramente la postura monetaria era más estricta de lo que considerábamos apropiado para ese momento y en ese sentido, el moverse hacia una tasa de interés más baja iba a generar una contribución al dinamismo de la economía. Pero déjeme aclarar, nunca pensábamos que era uno de los elementos fundamentales que limitaba el crecimiento económico en México. Ahora, la tasa de interés se ha reducido de manera importante en los últimos meses, pero el equipo que sigue México todavía considera que es una tasa de interés que, dada la coyuntura actual, dados los bajos niveles de utilización de los factores de la producción, dada la recesión que va a afectar la economía mexicana y dada la estabilidad y buena operatividad de los mercados financieros de México, digamos, es la opinión de nuestros expertos que la tasa de interés en México todavía tiene espacio para seguir reduciéndose en los próximos meses y para seguir contribuyendo, en la medida de lo posible, a, digamos, limitar los efectos dañinos sobre los balances de las empresas y de las familias que, obviamente, la situación económica por la que está atravesando México, la región y el mundo están teniendo.

MR. WERNER: Gran parte de esta incertidumbre afecta a todos los países de la región y vemos como en el caso de Perú, en el caso de Chile, las tasas de interés son prácticamente de cero. En el caso de Brasil, la tasa de interés está también en un rango entre 2 y 3 y en Colombia cercano a esos niveles. Entonces, los expertos, como dije anteriormente, sí consideran que en la medida que estas condiciones permanezcan, el espacio para seguir bajando la tasa de interés en México existe. Sobre la descripción de la situación de anemia y contracción de la inversión en México en los últimos años, profundizándose el año pasado, ya hay que recordar que la economía mexicana estaba en una recesión en el año 2019. Obviamente esas condiciones continúan y probablemente por lo que uno ve en indicadores de confianza, etcétera, se han profundizado. En este contexto, obviamente, la nueva noticia de la entrada en operación del T-MEC es importante. Asimismo, también el replanteamiento que eventualmente se harán las grandes empresas que participan en las cadenas globales de valor, donde se tiene, digamos, una organización de la estructura de producción en donde diferentes componentes de un mismo bien se realiza en diferentes geografías. La reorganización que estos procesos van a tener a raíz de la crisis de la pandemia del Covid-19, según algunos analistas, va a hacer que las empresas busquen mayores redundancias, que las empresas también busquen que su producción esté más cerca de su consumidor final. Y digamos en este movimiento que algunos analistas lo han descrito como moverse del «just in time to just in case» no, el primero, buscar nada más la eficiencia, pero el segundo también buscar el aseguramiento.

En ese sentido, la combinación de la entrada en vigor del T-MEC y este movimiento de las cadenas globales de valor claramente debería beneficiar a México y que una parte más importante de las cadenas productivas en el ámbito manufacturero se reubiquen de otras latitudes a territorio mexicano. Creo que ese es un fenómeno que va a ocurrir. Lo estamos estudiando, pero claramente va a ocurrir con una lentitud y una velocidad relativamente baja. Esto se va a ir dando a través del tiempo y nuestro equipo, digamos los expertos que siguen la economía mexicana, no creen que tenga la fuerza, digamos, en los próximos dos años para contrarrestar los factores a través, digamos, de la pérdida de confianza, de incertidumbre, etcétera, que están gravitando sobre la contracción de la inversión en México, además, obviamente, del gran choque del Covid. Pero pensando en la recuperación, estos expertos creen que estos factores van a estar presentes, pero no van a compensar totalmente las fuerzas negativas que están generando una contracción en la inversión en la economía mexicana.

MS. CANDIA: Gracias Alejandro, tenemos algunas preguntas de Ecuador. ¿Cuál es la proyección de crecimiento de la economía de Ecuador para el 2020 y el 2021? ¿Qué factores explican esta proyección? Ecuador solicitó al FMI ampliar la ayuda, ¿cuánto más recibirá de apoyo financiero, aparte de lo ya entregado y cuándo estará listo el nuevo acuerdo de Ecuador? Ecuador se encuentra negociando su deuda externa. ¿Cuál es la postura que deben tener los tenedores de bonos en la actual situación política?

MR. WERNER: En esta ocasión solo hemos publicado por ser, digamos, la revisión de las proyecciones anuales, en las cuales no se hace, digamos, todo el ejercicio a nivel mundial de cambiar todos los supuestos macroeconómicos. Solo hemos publicado las proyecciones económicas para la región en su conjunto, las economías más grandes y luego, digamos, algunos grupos subregionales como América Central y el Caribe. Entonces, en ese caso no ha habido una publicación explícita del crecimiento económico en Ecuador para 2020. Claramente, como ha pasado en todos los países donde sí publicamos revisiones, la revisión hubiese sido a la baja. En el caso de Ecuador, la caída en el precio del petróleo, el brote tan importante que tuvo de Covid-19 al inicio, digamos, de esta pandemia en América Latina, también tuvo una afectación muy importante en su economía. Entonces vemos una economía en Ecuador más golpeada, más debilitada de lo que veíamos en abril. Ecuador está, rápidamente, después de la caída en el precio del petróleo, después del brote de Covid-19, rápidamente las autoridades financieras de Ecuador contactaron a sus principales acreedores en los mercados internacionales de capital para comenzar un proceso de negociación de la deuda externa, dado el gran choque y, digamos, las dificultades para hacer el servicio de su deuda en estas condiciones tan complicadas. Ese proceso tenemos entendido que se está llevando a cabo, que se está llevando a cabo de manera constructiva y bueno, estamos a la expectativa de noticias, digamos que vayan dando señales de cómo se concluirá ese proceso. Al mismo tiempo, las autoridades de Ecuador están trabajando con nuestros equipos del Fondo Monetario para poner en operación, eventualmente concluir la negociación sobre un nuevo acuerdo con el Fondo Monetario Internacional. Recuerden que el acuerdo anterior se canceló para dar pie al acceso a la línea de crédito de emergencia que Ecuador recibió hace ya más de un mes por aproximadamente 650 millones de dólares. Y al mismo tiempo las autoridades empezaron a negociar este nuevo programa que la negociación continúa y por eso no puedo dar ningún tipo de información con respecto a montos o con respecto a tiempos, pero estamos trabajando de manera acelerada. Estamos trabajando, digamos, con la rapidez y con el compromiso que esta situación tan delicada requiere y cuando tengamos más noticias, el equipo que cubre Ecuador las anunciará a todos ustedes.

MS. CANDIA: Pasamos a Chile. Alejandro, dos preguntas. En mayo señalaron que Chile, en el peor escenario, se contraería 8,5 por ciento este año, considerando que ahora en su escenario central apuntan a una baja de 7,5. Se revisó también a la baja ese peor escenario? ¿Hasta cuándo podría caer el PBI? ¿A qué se debe la pesimista actualización de las proyecciones para Chile? ¿Cómo influyen las prolongadas cuarentenas que tienen a los chilenos confinados, pero no han logrado una considerable disminución de los contagios?

MR. WERNER: Sí, claro. Básicamente, en el caso de Chile, la revisión a la baja responde en primer lugar a los datos negativos que ya se han visto en la evolución económica reciente en Chile. El dato del IMACEC, datos de actividad industrial, datos de ventas, datos de empleos con casi digamos, un millón de empleos perdidos en el sector formal e informal. Y esto ha generado, obviamente, la revisión a la baja en las perspectivas de crecimiento para ese país, junto con un cambio en los supuestos que estamos haciendo de la evolución de la pandemia. Al final del día, hemos visto cómo en América Latina ha sido más difícil controlar la tasa de contagios, muy probablemente por los niveles importantes de informalidad, por la peor distribución del ingreso con respecto a otras regiones del mundo, lo cual obviamente ha hecho que sea más complejo controlar los contagios. Y, como decian –dicen los epidemiólogos, aplanar y eventualmente revertir la curva de contagios. Al hacer un supuesto, digamos, de que estas medidas de confinamiento, estas medidas de distanciamiento social se van a mantener de manera más estricta por un periodo de tiempo más prolongado, obviamente, esto también afecta a la baja las proyecciones con respecto a la actividad económica. Nuevamente, con respecto a la primera pregunta, con respecto a abril, en abril se publicó el World Economic Outlook, que hoy es solo una actualización. En ese sentido, los escenarios adversos que se desarrollaron en aquella ocasión no se han desarrollado de manera tan completa. Entonces no tenemos explícitamente para la región un escenario adverso. Lo que yo diría es que si bien el sesgo de riesgos sigue estando a la baja, es más probable que se termine haciendo una revisión más hacia la baja que hacia el alza en octubre. Este balance de riesgos se ha equilibrado más que en abril. En abril era mucho más probable o pensábamos que era mucho más probable que revisáramos a la baja en la próxima proyección que está haciendo ésta. Y hoy creo que esos riesgos se han balanceado, sobre todo porque también hemos estado viendo las economías avanzadas en las últimas tres, cuatro semanas datos económicos que están saliendo mejor a lo que se había anticipado. Entonces, también está este escenario de, digamos, de riesgo positivo en que veamos una recuperación en las economías avanzadas un poco mejor a lo que estábamos anticipando. Entonces, yo diría el balance de riesgos un poco mejor que en abril, pero no lo hemos cuantificado como lo hicimos en abril. Esto lo haremos en octubre, cuando volvamos a presentar las proyecciones económicas mundiales de manera completa.

MS. CANDIA: Gracias Alejandro, pasamos a Panamá. ¿Cuáles son las nuevas estimaciones de crecimiento para Panamá y qué factores son los que más influyen en esta proyección? ¿Cuáles son sus recomendaciones para propiciar la recuperación de las economías?

MR. WERNER: Si. Panamá claramente está siendo afectado siendo una economía tan abierta, tan incrustada en el comercio internacional, en los temas de logística, etcétera, obviamente está sufriendo de manera muy importante de la caída en actividad global. Vemos como en el caso de Centroamérica estamos anticipando una contracción de 5.9 por ciento, que es menor a la contracción que estamos viendo en toda la región y dentro de este grupo de países Panamá no es de los países que están siendo afectados en mayor medida. En ese sentido, la contracción que anticipamos para Panamá es ligeramente menor, es menor que el promedio. No tenemos el dato específico para Panamá, pero claramente para la economía panameña, una economía que había crecido a tasas de 5 o 6 por ciento en promedio en la última década, es un cambio, un cambio muy importante. Como dije anteriormente, en la medida que se empiece a restablecer el comercio internacional, se empiece a restablecer la actividad económica mundial, esto también va a hacer que la economía panameña se empiece a recuperar, dada su gran dinamismo, dado su gran conectividad con la actividad económica mundial, con el comercio internacional y la logística. Pero claramente el 2020 va a ser un año complejo y estaríamos anticipando una recuperación también importante hacia el 2021.

MS. CANDIA: Gracias, pasamos entonces a dos preguntas más en inglés. Sub-Saharan Africa and Latina America seem to have requested more loans and received more disbursements from the IMF and other international financial institutions to combat COVID-19. Can you talk more about risks of debts insolvencies?

MR. WERNER:  Yeah, I mean, obviously, we are seeing debt levels all around the world growing significantly, and we’re expecting the world and the advanced and emerging markets to come out of this crisis with much larger debt to GDP ratios.  That puts them in a more delicate position, vis-à-vis the sustainability of their debts, and that’s why it will be important, once the economic process starts going back to normal, the output gap starts to close, for the countries to lay it out, credible strategies, on how to bring back public sector deficits toward sustainable levels and through them to stabilize their debt to GDP ratios. 

We have, in Latin America, two countries, that were mentioned already in this press conference, that are ongoing debt restructuring processes with their lenders, Argentina and Ecuador.  I mean, when you look at our debt trajectories going forward, we’re expecting that countries in Latin America will be able to put in place these fiscal strategies to continue to put their debts on a sustainable path, but this will be a challenging task for many of them. 

So, we are helping countries, through our technical assistance, to design these programs, within their fiscal responsibility frameworks, so that they, the markets, feel reassured that the fiscal impulsive that is taking place in 2020 is going to prove transitory from a medium term perspective, and, therefore, countries will be able to stabilize their debt to GDP ratios in the future, and, in some cases, to start a gradual reduction in a few years. 

So, that’s an important question, a question that countries in the region working through it, and it’s an important constraint in their policy response to the crisis because they don’t want to get into a path that will make their recovery slower in the future and will actually hamper their growth prospects, or their future growth prospects, given a potential perception of unsustainability of their debts.

MS. CANDIA:  Thanks, Alejandro, and just to finalize, we have a question.  He says, the IMF, in May, renewed Colombia’s flexible credit line, and the Board approved flexible credit lines for Peru and Chile.  Those three countries, plus Mexico, represent all of the world’s FCLs.  Why has Latin America been sort of active with this instrument?  Is it because Latin American economies have lower levels of reserves, compared to other parts of the world, or does the absence of regional mechanism, like the European Stability Mechanism or Chiang Mai Initiative, make Latin America more dependent on the IMF, as a backstop?

MR. WERNER:  Yeah, I think those are good hypothesis.  I think, when you look at the three — the four countries in Latin America that have the FCL, one would say that all of them have a sufficient level of international resource, but they’re not excessive.  So, in that sense, when such a significant shock, as the world financial crisis, in 2008 to 2010, or the pandemic today, hits these economies, they have looked for instruments to increase their financial buffers, and they have found, in the Flexible Credit Line, a good instrument to do that.  The case of Peru, it’s interesting also, in this perspective, because they do have a significantly large level of international resource, but they still, I think, thought that, given the huge shock that the pandemic represented, having an additional buffer was important, as you say, I mean, not counting with a very strong regional reserve arrangement.  I mean, we have one in Latin America, that is called FLAR, but it’s very, very small, and, in that sense, countries do not have that kind of regional instrument to increase their buffers, and, therefore, they have found, in the FCL, like an appropriate instruments for these countries that have strong fundamentals, a strong institutional setup, with Independent Central Bank, floating exchange rates, inflation targeting schemes, and fiscal responsibility frameworks, that will compliment this institutional setup and years of fiscal and monetary sustainability with an important backstop to the reserves of the Central Bank, that will allow them to basically minimize financial volatility throughout extreme periods of international and capital market uncertainty.

MS. CANDIA:  Thanks, Alejandro.  With that, we can conclude this press briefing.  Let me just remind everybody that, on Monday, we’ll have the Regional Economic Outlook for Sub Saharan Africa, at 8:00 a.m., and thank you for joining us today.  Thank you very much, indeed for being with us, and we’ll stay in touch.  Thank you very much.

MS. CANDIA: Bienvenidos a esta conferencia de prensa del Fondo Monetario Internacional sobre la actualización de las perspectivas económicas para América Latina y el Caribe. Con nosotros se encuentra Alejandro Werner, director del Departamento del Hemisferio Occidental del FMI, Alejandro va dar una breve traducción y luego responderá a sus preguntas. Antes de comenzar, quisiera agradecerles a todos aquellos que han enviado sus preguntas por adelantado a través de nuestro e-mail, pero también les recuerdo que para aquellos que no lo hayan hecho, pueden hacerlo ahora, a través del centro de prensa. Hemos compartido con ustedes también un blog bajo embargo. Este embargo queda sin efecto a partir de ahora, así que con esto damos comienzo a la conferencia de prensa.

MRWERNER: Muy buenos días, de nuevo, gracias por estar con nosotros. Ya vieron ustedes las proyecciones económicas que tenemos para las principales economías del mundo que presentó mi colega Gita Gopinath hace unos días. Como hoy ven América Latina y el Caribe y como han visto, obviamente hemos venido siguiendo las noticias, América Latina y el Caribe es el nuevo epicentro internacional de la pandemia de Covid-19. El costo humano ha sido muy elevado, con más de 100 mil vidas perdidas. El impacto económico también ha sido muy profundo. La actualización del informe de nuestras perspectivas de la economía mundial estima que la región se contraerá en 9.4 por ciento en el año 2020, con una recuperación en 2021, y esto representa una contracción 4 puntos porcentuales más profunda de lo que habíamos estimado en abril de este año y representa la peor recesión regional desde que se tienen datos. Como dije, para 2021 se prevé una leve recuperación del crecimiento a una tasa de 3.7 por ciento. Las tasas de infección y mortalidad per cápita de la pandemia de Covid en la región se están acercando ya a las tasas registradas en Europa y Estados Unidos, con el número total de casos en América Latina y el Caribe, llegando a casi el 25 por ciento del total mundial. En este ambiente, los países deberían ser cautelosos a la hora de plantearse la reapertura de sus economías y permitir que la información epidemiológica y los conocimientos científicos vayan guiando este proceso. De hecho, numerosos países de la región tienen elevados niveles de informalidad y están poco preparados para hacer frente a nuevos brotes de la pandemia, con una elevada ocupación de unidades de cuidados intensivos y escasa capacidad de pruebas y rastreo.

Con respecto a la evolución económica reciente, los datos que se han venido publicando muestran una debilidad importante y el brote de contagios de Covid-19 ha sido más prolongado de lo que anticipábamos hace algunos meses y esto explica principalmente las revisiones a la baja que hemos hecho para los pronósticos regionales. Además de la revisión a la baja que se ha realizado de las economías avanzadas. El crecimiento en el primer trimestre fue peor de lo esperado para la mayoría de los países en nuestra proyección de abril. Los datos disponibles para marzo y abril producción industrial, consumo eléctrico, ventas minoristas y empleo indican que la caída en la actividad en el segundo trimestre será muy pronunciada. La rapidez con la que continúa propagándose la pandemia sugiere que las medidas de distanciamiento social tendrán que prolongarse, deprimiendo la actividad económica, el empleo y, obviamente, limitando la velocidad de recuperación que estimamos para el segundo semestre del año. A pesar de las perspectivas negativas, por el lado de los mercados de capitales hemos visto noticias favorables a raíz de las expansiones monetarias agresivas de los bancos centrales de los países avanzados. Se han normalizado las condiciones financieras. Varios países de América Latina han accesado a los mercados internacionales de capital. Ya hemos visto estabilidad y apreciación en los principales mercados financieros de la región. Sin embargo, las condiciones de financiamiento siguen siendo más duras de las que registraban los países al inicio del año previo al inicio de la pandemia. Y, obviamente, no hay que descartar episodios futuros de volatilidad.

¿Cuáles son las prioridades en materia de políticas económicas? La prioridad inmediata de la política fiscal debe de ser continuar protegiendo las vidas y los ingresos de las familias, lo cual, teniendo en cuenta el limitado espacio fiscal, implica obviamente apoyar los programas de apoyo a las familias, a las empresas y los presupuestos de la salud. Pero dado esta dificultad fiscal, esto exige que básicamente se busquen espacios para re-priorizar el gasto y también hacer el gasto público más eficiente. Las autoridades tendrán que encontrar también maneras creativas de llegar a diferentes segmentos de la sociedad, especialmente donde la informalidad es elevada. Las secuelas de la pandemia y las respuestas de política económica también causan inquietudes en torno a la sostenibilidad de la deuda a mediano plazo en varios países. Un compromiso claro con un plan de mediano plazo de consolidación fiscal y reformas estructurales que impulsen el crecimiento será clave para despejar estas inquietudes. La política monetaria debe seguir siendo acomodaticia dado las bajas presiones inflacionarias y en aquellos lugares donde todavía existe espacio para reducir las tasas de interés. La expectativa es que estas tasas de interés sigan reduciéndose en los próximos meses. Las medidas encaminadas a mantener las relaciones de empleo y mantener la planta productiva como apoyo a las nóminas salariales y al financiamiento del capital de trabajo serán importantes para evitar el cierre de empresas que, en ausencia de la pandemia, serían viables, reducir el desempleo a largo plazo, apoyar la recuperación y estimular el crecimiento económico.

Finalmente, nada más. Yendo a los números que ya publicamos, estamos esperando una contracción económica, como dije anteriormente para América Latina y el Caribe en 2020 de 9.4 por ciento y una recuperación de 3.7 en el 2021. Por países estamos anticipando contracciones de 9.9 por ciento en Argentina, 9.1 por ciento en Brasil, 7.5 en Chile, 7.8 por ciento en Colombia, 10.5 en México de contracción y 13.9 por ciento de contracción en el caso del Perú. Déjenme concluir nada más, mencionando lo que se ha hecho desde el Fondo Monetario Internacional en términos de financiamiento a la región. En el FMI hemos actuado rápidamente para apoyar a los países miembros y dar respuesta a las solicitudes de financiamiento que los países han hecho a través de financiamiento de emergencia. De los 70 préstamos aprobados desde el inicio de la pandemia por un total de 25,000 millones de dólares de 17, se destinaron a países de la región por un total de 5,200 millones de dólares. Además, se aprobó el acceso a la Línea de Crédito Flexible para Chile y Perú y se renovó este acceso en el caso de Colombia. Como recuerdan, este es una línea contingente. Los países no han utilizado los recursos, pero los tienen disponibles en caso que las condiciones económicas o financieras se deterioren y el acceso al financiamiento se dificulte. Junto con México, que es el otro país que cuenta con esta Línea de Crédito Flexible, el respaldo total brindado a la región a través de la línea de Crédito Flexible asciende a 107 mil millones de dólares para estos cuatro países. Esto quiere decir que estos cuatro países de la región tienen disponibles, si las circunstancias se deterioran y es necesario, digamos, por cuestiones de balanza de pagos, accesar a financiamiento oficial, este monto de 107 mil millones de dólares de financiamiento en los próximos años. Muchas gracias María. Y podemos pasar a las preguntas.

MS. CANDIA: Gracias Alejandro, pasamos algunas preguntas de enfocándonos en países. Tenemos algunas de Argentina, vamos a leerlas juntas y luego te paso a la palabra. ¿Cómo evalúan la respuesta argentina ante la pandemia? ¿Les preocupa en particular el aumento del déficit fiscal y su financiamiento con emisión monetaria en este contexto? ¿Por qué el FMI llega a ese número de caída del PBI de Argentina? ¿En base a qué han hecho ese cálculo? ¿Y si actualizaron el índice de desempleo de abril, que era de un 10,7 por ciento? El gobierno argentino dice que sólo se puede aceptar un canje de la deuda un valor presente neto promedio de 50 a una tasa de salida o exit yield del 10 por ciento para recuperar la sustentabilidad. ¿El FMI está de acuerdo con ese límite? Y una pregunta mas: una actualización en relación al artículo cuarto con Argentina.

MR. WERNER: La respuesta de Argentina ante el Covid. Obviamente, por el lado de salud pública ha habido una respuesta muy, muy rápida, muy agresiva y que ha permitido que Argentina también sea uno de los países en la región que, ha podido, digamos, tener tasas de contagios, tasas de decesos, etcétera, en el rango bajo de estos indicadores en la región. Obviamente, estas políticas de distanciamiento social, de cuarentena, etcétera, han tenido un efecto importante sobre la economía en base en los indicadores que estamos viendo para los meses de marzo y abril. También indicadores, como ya mencioné anteriormente, como pueden ser consumo de electricidad, indicadores de movilidad a través, digamos, de los datos que han hecho disponibles diferentes empresas de tecnología. Estos complementan los datos económicos duros y luego, a través de proyecciones económicas con base en las variables de la evolución de la economía internacional, los precios de las materias primas, etcétera. Junto con, digamos, las lecciones que hemos tenido de los efectos incipientes de la reapertura de las economías en donde esto ya se ha dado, digamos, en algunas economías, en Asia y en Europa se construyen los pronósticos económicos para todos los países de la región y de la misma manera se hace para el caso de Argentina. Obviamente, el caso Argentina también se ve afectado por el crecimiento económico de sus países vecinos y con estos elementos los responsables de seguir la economía argentina hacen, digamos, este pronóstico de contracción. En este momento no hemos actualizado los indicadores de empleo. Eso se hará cuando se haga la revisión más amplia de todo el marco macroeconómico para los países miembros, en el marco de la reunión anual en octubre de este año.

Sobre el tema de, qué tipo de propuesta es viable desde el punto de vista de sostenibilidad de la deuda pública, en el marco de las negociaciones que está teniendo la República Argentina con los acreedores privados, el equipo técnico básicamente publicó dos notas técnicas sobre la sostenibilidad de la deuda, en donde básicamente se presenta nuestra propuesta y en este momento no tenemos nada más que agregar a esas dos notas técnicas. Obviamente, si la expectativa y deseando que rápidamente se llegue a una solución en la reestructuración de la deuda y luego Argentina pueda avanzar a la próxima etapa de ir construyendo ya con mayor certidumbre en la parte fiscal sus políticas públicas, que le permitan regresar a una senda de crecimiento sostenido y responder, digamos, de manera –continuar, digamos, la respuesta a esta pandemia global y sus efectos económicos. Con respecto a la preocupación sobre el diseño de la respuesta de política económica a la crisis del Covid, yo diría que, dada la dificultad que enfrenta la República Argentina al no tener acceso a los mercados de capitales y por lo tanto una dificultad importante en accesar al financiamiento más allá del mercado doméstico, Argentina ha enfocado la respuesta económica a hacer transferencias y programas de apoyo focalizados a las poblaciones más afectadas. Creemos que esa es la respuesta correcta. Obviamente, dada la limitante de financiamiento, se ha recurrido al financiamiento del Banco Central, que parcialmente ha sido esterilizado. Y bueno, yo creo que dadas las restricciones y la urgencia de apoyo, esta política hace sentido y va a ser importante. Obviamente, cuando se vaya saliendo de esta fase profunda de la pandemia, que se vaya normalizando la situación para irse moviendo a un marco de sostenibilidad monetaria que permita mantener los logros y profundizar, digamos, lo que se ha venido viendo en términos de disminución de la inflación, etcétera. Entonces el reto es muy grande, pero claramente el hecho de estar en medio de una negociación de reestructurar la deuda, junto con el choque de la pandemia ha sido un reto muy importante.

Con respecto al Artículo IV, más allá de las declaraciones de las autoridades argentinas de que próximamente solicitarán un Artículo IV, un programa, básicamente estamos a la espera de esas de esas solicitudes formales. Entendemos que hoy por hoy las autoridades están concentradas en la reestructura de la deuda y una vez que ese proceso culmine, pues seguiremos en el diálogo y veremos cuáles son los pasos siguientes en términos de la relación de la República Argentina con el Fondo Monetario que las autoridades quieren tomar.

MS. CANDIA: Gracias Alejandro pasamos a México. En otoño del año pasado, el FMI consideraba que el bajo crecimiento de México tenía un importante origen en la tasa tan alta que ofrecía. Ahora, en menos de seis meses, la tasa ha sido recortada a 5 por ciento. Con estos movimientos se ha quitado uno de los frenos para el crecimiento. ¿No hay riesgo de salidas de capital con una tasa de 5 por ciento en un entorno incierto como pueden ser las elecciones de Estados Unidos? Y por otro lado, con la actual pérdida de confianza de la inversión productiva en México, porque las reglas están cambiando? ¿El T-MEC será el gran salvador de México? México será, dentro de las economías más grandes, el que más lento se recupere de esta crisis por el círculo vicioso en el que está?

MR. WERNER: La primera pregunta. Yo creo que en octubre lo que nosotros dijimos es que dadas las condiciones económicas en México y las presiones inflacionarias, creíamos que las tasas de interés eran elevadas. Obviamente, elevadas tasas de interés tienen un efecto sobre la actividad económica, pero yo ojalá nunca hayamos dicho que era un factor muy importante en el bajo crecimiento de México. Creo que nosotros hemos dicho en múltiples ocasiones que los factores que han limitado el crecimiento de México están más por el lado estructural que por el lado monetario. Sin embargo, claramente la postura monetaria era más estricta de lo que considerábamos apropiado para ese momento y en ese sentido, el moverse hacia una tasa de interés más baja iba a generar una contribución al dinamismo de la economía. Pero déjeme aclarar, nunca pensábamos que era uno de los elementos fundamentales que limitaba el crecimiento económico en México. Ahora, la tasa de interés se ha reducido de manera importante en los últimos meses, pero el equipo que sigue México todavía considera que es una tasa de interés que, dada la coyuntura actual, dados los bajos niveles de utilización de los factores de la producción, dada la recesión que va a afectar la economía mexicana y dada la estabilidad y buena operatividad de los mercados financieros de México, digamos, es la opinión de nuestros expertos que la tasa de interés en México todavía tiene espacio para seguir reduciéndose en los próximos meses y para seguir contribuyendo, en la medida de lo posible, a, digamos, limitar los efectos dañinos sobre los balances de las empresas y de las familias que, obviamente, la situación económica por la que está atravesando México, la región y el mundo están teniendo.

MR. WERNER: Gran parte de esta incertidumbre afecta a todos los países de la región y vemos como en el caso de Perú, en el caso de Chile, las tasas de interés son prácticamente de cero. En el caso de Brasil, la tasa de interés está también en un rango entre 2 y 3 y en Colombia cercano a esos niveles. Entonces, los expertos, como dije anteriormente, sí consideran que en la medida que estas condiciones permanezcan, el espacio para seguir bajando la tasa de interés en México existe. Sobre la descripción de la situación de anemia y contracción de la inversión en México en los últimos años, profundizándose el año pasado, ya hay que recordar que la economía mexicana estaba en una recesión en el año 2019. Obviamente esas condiciones continúan y probablemente por lo que uno ve en indicadores de confianza, etcétera, se han profundizado. En este contexto, obviamente, la nueva noticia de la entrada en operación del T-MEC es importante. Asimismo, también el replanteamiento que eventualmente se harán las grandes empresas que participan en las cadenas globales de valor, donde se tiene, digamos, una organización de la estructura de producción en donde diferentes componentes de un mismo bien se realiza en diferentes geografías. La reorganización que estos procesos van a tener a raíz de la crisis de la pandemia del Covid-19, según algunos analistas, va a hacer que las empresas busquen mayores redundancias, que las empresas también busquen que su producción esté más cerca de su consumidor final. Y digamos en este movimiento que algunos analistas lo han descrito como moverse del «just in time to just in case» no, el primero, buscar nada más la eficiencia, pero el segundo también buscar el aseguramiento.

En ese sentido, la combinación de la entrada en vigor del T-MEC y este movimiento de las cadenas globales de valor claramente debería beneficiar a México y que una parte más importante de las cadenas productivas en el ámbito manufacturero se reubiquen de otras latitudes a territorio mexicano. Creo que ese es un fenómeno que va a ocurrir. Lo estamos estudiando, pero claramente va a ocurrir con una lentitud y una velocidad relativamente baja. Esto se va a ir dando a través del tiempo y nuestro equipo, digamos los expertos que siguen la economía mexicana, no creen que tenga la fuerza, digamos, en los próximos dos años para contrarrestar los factores a través, digamos, de la pérdida de confianza, de incertidumbre, etcétera, que están gravitando sobre la contracción de la inversión en México, además, obviamente, del gran choque del Covid. Pero pensando en la recuperación, estos expertos creen que estos factores van a estar presentes, pero no van a compensar totalmente las fuerzas negativas que están generando una contracción en la inversión en la economía mexicana.

MS. CANDIA: Gracias Alejandro, tenemos algunas preguntas de Ecuador. ¿Cuál es la proyección de crecimiento de la economía de Ecuador para el 2020 y el 2021? ¿Qué factores explican esta proyección? Ecuador solicitó al FMI ampliar la ayuda, ¿cuánto más recibirá de apoyo financiero, aparte de lo ya entregado y cuándo estará listo el nuevo acuerdo de Ecuador? Ecuador se encuentra negociando su deuda externa. ¿Cuál es la postura que deben tener los tenedores de bonos en la actual situación política?

MR. WERNER: En esta ocasión solo hemos publicado por ser, digamos, la revisión de las proyecciones anuales, en las cuales no se hace, digamos, todo el ejercicio a nivel mundial de cambiar todos los supuestos macroeconómicos. Solo hemos publicado las proyecciones económicas para la región en su conjunto, las economías más grandes y luego, digamos, algunos grupos subregionales como América Central y el Caribe. Entonces, en ese caso no ha habido una publicación explícita del crecimiento económico en Ecuador para 2020. Claramente, como ha pasado en todos los países donde sí publicamos revisiones, la revisión hubiese sido a la baja. En el caso de Ecuador, la caída en el precio del petróleo, el brote tan importante que tuvo de Covid-19 al inicio, digamos, de esta pandemia en América Latina, también tuvo una afectación muy importante en su economía. Entonces vemos una economía en Ecuador más golpeada, más debilitada de lo que veíamos en abril. Ecuador está, rápidamente, después de la caída en el precio del petróleo, después del brote de Covid-19, rápidamente las autoridades financieras de Ecuador contactaron a sus principales acreedores en los mercados internacionales de capital para comenzar un proceso de negociación de la deuda externa, dado el gran choque y, digamos, las dificultades para hacer el servicio de su deuda en estas condiciones tan complicadas. Ese proceso tenemos entendido que se está llevando a cabo, que se está llevando a cabo de manera constructiva y bueno, estamos a la expectativa de noticias, digamos que vayan dando señales de cómo se concluirá ese proceso. Al mismo tiempo, las autoridades de Ecuador están trabajando con nuestros equipos del Fondo Monetario para poner en operación, eventualmente concluir la negociación sobre un nuevo acuerdo con el Fondo Monetario Internacional. Recuerden que el acuerdo anterior se canceló para dar pie al acceso a la línea de crédito de emergencia que Ecuador recibió hace ya más de un mes por aproximadamente 650 millones de dólares. Y al mismo tiempo las autoridades empezaron a negociar este nuevo programa que la negociación continúa y por eso no puedo dar ningún tipo de información con respecto a montos o con respecto a tiempos, pero estamos trabajando de manera acelerada. Estamos trabajando, digamos, con la rapidez y con el compromiso que esta situación tan delicada requiere y cuando tengamos más noticias, el equipo que cubre Ecuador las anunciará a todos ustedes.

MS. CANDIA: Pasamos a Chile. Alejandro, dos preguntas. En mayo señalaron que Chile, en el peor escenario, se contraería 8,5 por ciento este año, considerando que ahora en su escenario central apuntan a una baja de 7,5. Se revisó también a la baja ese peor escenario? ¿Hasta cuándo podría caer el PBI? ¿A qué se debe la pesimista actualización de las proyecciones para Chile? ¿Cómo influyen las prolongadas cuarentenas que tienen a los chilenos confinados, pero no han logrado una considerable disminución de los contagios?

MR. WERNER: Sí, claro. Básicamente, en el caso de Chile, la revisión a la baja responde en primer lugar a los datos negativos que ya se han visto en la evolución económica reciente en Chile. El dato del IMACEC, datos de actividad industrial, datos de ventas, datos de empleos con casi digamos, un millón de empleos perdidos en el sector formal e informal. Y esto ha generado, obviamente, la revisión a la baja en las perspectivas de crecimiento para ese país, junto con un cambio en los supuestos que estamos haciendo de la evolución de la pandemia. Al final del día, hemos visto cómo en América Latina ha sido más difícil controlar la tasa de contagios, muy probablemente por los niveles importantes de informalidad, por la peor distribución del ingreso con respecto a otras regiones del mundo, lo cual obviamente ha hecho que sea más complejo controlar los contagios. Y, como decian –dicen los epidemiólogos, aplanar y eventualmente revertir la curva de contagios. Al hacer un supuesto, digamos, de que estas medidas de confinamiento, estas medidas de distanciamiento social se van a mantener de manera más estricta por un periodo de tiempo más prolongado, obviamente, esto también afecta a la baja las proyecciones con respecto a la actividad económica. Nuevamente, con respecto a la primera pregunta, con respecto a abril, en abril se publicó el World Economic Outlook, que hoy es solo una actualización. En ese sentido, los escenarios adversos que se desarrollaron en aquella ocasión no se han desarrollado de manera tan completa. Entonces no tenemos explícitamente para la región un escenario adverso. Lo que yo diría es que si bien el sesgo de riesgos sigue estando a la baja, es más probable que se termine haciendo una revisión más hacia la baja que hacia el alza en octubre. Este balance de riesgos se ha equilibrado más que en abril. En abril era mucho más probable o pensábamos que era mucho más probable que revisáramos a la baja en la próxima proyección que está haciendo ésta. Y hoy creo que esos riesgos se han balanceado, sobre todo porque también hemos estado viendo las economías avanzadas en las últimas tres, cuatro semanas datos económicos que están saliendo mejor a lo que se había anticipado. Entonces, también está este escenario de, digamos, de riesgo positivo en que veamos una recuperación en las economías avanzadas un poco mejor a lo que estábamos anticipando. Entonces, yo diría el balance de riesgos un poco mejor que en abril, pero no lo hemos cuantificado como lo hicimos en abril. Esto lo haremos en octubre, cuando volvamos a presentar las proyecciones económicas mundiales de manera completa.

MS. CANDIA: Gracias Alejandro, pasamos a Panamá. ¿Cuáles son las nuevas estimaciones de crecimiento para Panamá y qué factores son los que más influyen en esta proyección? ¿Cuáles son sus recomendaciones para propiciar la recuperación de las economías?

MR. WERNER: Si. Panamá claramente está siendo afectado siendo una economía tan abierta, tan incrustada en el comercio internacional, en los temas de logística, etcétera, obviamente está sufriendo de manera muy importante de la caída en actividad global. Vemos como en el caso de Centroamérica estamos anticipando una contracción de 5.9 por ciento, que es menor a la contracción que estamos viendo en toda la región y dentro de este grupo de países Panamá no es de los países que están siendo afectados en mayor medida. En ese sentido, la contracción que anticipamos para Panamá es ligeramente menor, es menor que el promedio. No tenemos el dato específico para Panamá, pero claramente para la economía panameña, una economía que había crecido a tasas de 5 o 6 por ciento en promedio en la última década, es un cambio, un cambio muy importante. Como dije anteriormente, en la medida que se empiece a restablecer el comercio internacional, se empiece a restablecer la actividad económica mundial, esto también va a hacer que la economía panameña se empiece a recuperar, dada su gran dinamismo, dado su gran conectividad con la actividad económica mundial, con el comercio internacional y la logística. Pero claramente el 2020 va a ser un año complejo y estaríamos anticipando una recuperación también importante hacia el 2021.

MS. CANDIA: Gracias, pasamos entonces a dos preguntas más en inglés. Sub-Saharan Africa and Latina America seem to have requested more loans and received more disbursements from the IMF and other international financial institutions to combat COVID-19. Can you talk more about risks of debts insolvencies?

MR. WERNER:  Yeah, I mean, obviously, we are seeing debt levels all around the world growing significantly, and we’re expecting the world and the advanced and emerging markets to come out of this crisis with much larger debt to GDP ratios.  That puts them in a more delicate position, vis-à-vis the sustainability of their debts, and that’s why it will be important, once the economic process starts going back to normal, the output gap starts to close, for the countries to lay it out, credible strategies, on how to bring back public sector deficits toward sustainable levels and through them to stabilize their debt to GDP ratios. 

We have, in Latin America, two countries, that were mentioned already in this press conference, that are ongoing debt restructuring processes with their lenders, Argentina and Ecuador.  I mean, when you look at our debt trajectories going forward, we’re expecting that countries in Latin America will be able to put in place these fiscal strategies to continue to put their debts on a sustainable path, but this will be a challenging task for many of them. 

So, we are helping countries, through our technical assistance, to design these programs, within their fiscal responsibility frameworks, so that they, the markets, feel reassured that the fiscal impulsive that is taking place in 2020 is going to prove transitory from a medium term perspective, and, therefore, countries will be able to stabilize their debt to GDP ratios in the future, and, in some cases, to start a gradual reduction in a few years. 

So, that’s an important question, a question that countries in the region working through it, and it’s an important constraint in their policy response to the crisis because they don’t want to get into a path that will make their recovery slower in the future and will actually hamper their growth prospects, or their future growth prospects, given a potential perception of unsustainability of their debts.

MS. CANDIA:  Thanks, Alejandro, and just to finalize, we have a question.  He says, the IMF, in May, renewed Colombia’s flexible credit line, and the Board approved flexible credit lines for Peru and Chile.  Those three countries, plus Mexico, represent all of the world’s FCLs.  Why has Latin America been sort of active with this instrument?  Is it because Latin American economies have lower levels of reserves, compared to other parts of the world, or does the absence of regional mechanism, like the European Stability Mechanism or Chiang Mai Initiative, make Latin America more dependent on the IMF, as a backstop?

MR. WERNER:  Yeah, I think those are good hypothesis.  I think, when you look at the three — the four countries in Latin America that have the FCL, one would say that all of them have a sufficient level of international resource, but they’re not excessive.  So, in that sense, when such a significant shock, as the world financial crisis, in 2008 to 2010, or the pandemic today, hits these economies, they have looked for instruments to increase their financial buffers, and they have found, in the Flexible Credit Line, a good instrument to do that.  The case of Peru, it’s interesting also, in this perspective, because they do have a significantly large level of international resource, but they still, I think, thought that, given the huge shock that the pandemic represented, having an additional buffer was important, as you say, I mean, not counting with a very strong regional reserve arrangement.  I mean, we have one in Latin America, that is called FLAR, but it’s very, very small, and, in that sense, countries do not have that kind of regional instrument to increase their buffers, and, therefore, they have found, in the FCL, like an appropriate instruments for these countries that have strong fundamentals, a strong institutional setup, with Independent Central Bank, floating exchange rates, inflation targeting schemes, and fiscal responsibility frameworks, that will compliment this institutional setup and years of fiscal and monetary sustainability with an important backstop to the reserves of the Central Bank, that will allow them to basically minimize financial volatility throughout extreme periods of international and capital market uncertainty.

MS. CANDIA:  Thanks, Alejandro.  With that, we can conclude this press briefing.  Let me just remind everybody that, on Monday, we’ll have the Regional Economic Outlook for Sub Saharan Africa, at 8:00 a.m., and thank you for joining us today.  Thank you very much, indeed for being with us, and we’ll stay in touch.  Thank you very much.

IMF Communications Department

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